PEDALEJO

LA MINA / RUTA ENDUDO

11/18/2024

Datos Técnicos:

Tipo de ruta: Circular
Distancia: 15,6 km
Desnivel acumulado: 608 m
Dificultad física: Media
Dificultad técnica: Alta
Tiempo estimado: 2 - 3 h
Terreno:
- Asfalto: 1,7 km (11%)
- Pista: 7,3 km (47%)
- Sendero: 6,6 km (42%)

Highlights de la Ruta:

Bosques y cascadas: El barranco de Ardonés es una joya visual.
El sendero de La Mina: Fotogénico, técnico y pura diversión.
Vistas panorámicas: Desde las montañas al valle, cada parada merece una foto.

Inicio y Final: Cerler, 1.540 m de altitud
Prepárate para una experiencia corta pero intensa que combina lo mejor del enduro con paisajes que solo el Pirineo Aragonés puede ofrecer. Esta ruta circular te lleva desde el histórico casco antiguo de Cerler hasta los bosques alpinos y el espectacular barranco de Ardonés, a través de 15,6 km cargados de adrenalina. Perfecta para riders con piernas fuertes y técnica afinada, la recompensa será descensos de vértigo y vistas de postal.
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WIKILOC

GPS TRAX

Descripción del Recorrido:
· Salida en Cerler (1.540 m): Desde este pueblo icónico arrancamos subiendo por pista hasta la ermita de San Pedro Mártir, un tramo perfecto para calentar piernas. Pero no te acomodes demasiado, porque lo bueno está por venir. 🚵‍♂️
· Ascenso al barranco de Ardonés (1.850 m): Aquí el terreno se vuelve más técnico y estrecho. El sendero serpentea junto al barranco, ofreciéndote vistas brutales de sus cascadas. Si te atreves, puedes dejar la bici y caminar unos minutos para acercarte aún más. 🌊
· Carretera del Ampriu y la Cabaña de Ardonés (1.900 m): Desde la pista, el ascenso te conecta con la carretera, que cruzarás brevemente para llegar a la pista que conduce a la Cabaña de Ardonés. Aquí empieza lo épico. 🌄
· Sendero de La Mina: Este es el momento que estabas esperando. Este trazado panorámico, siguiendo una antigua acequia que abastecía a las minas de pirita, es suave y abierto al principio, ideal para disfrutar las vistas y coger confianza. Pero ojo, que al entrar en el bosque todo cambia: el sendero se convierte en una montaña rusa rápida y juguetona, perfecta para poner a prueba tu técnica. 🌲
· Descenso final a Cerler (1.540 m): Después de la antigua mina, un último tramo de pista y un corto sendero técnico te llevarán directo al casco antiguo de Cerler. Terminarás con una sonrisa, garantizado. 😎 az clic aquí para editar.

Technical Data:

Route type: Circular
Distance: 15.6 km
Elevation gain: 608 m
Physical difficulty: Medium
Technical difficulty: High
Estimated time: 2 - 3 h
Terrain:
- Asphalt: 1.7 km (11%)
- Track: 7.3 km (47%)
- Trail: 6.6 km (42%)

Paragraph.Route Highlights:

Forests and waterfalls: The Ardonés ravine is a visual gem.
La Mina Trail: Scenic, technical, and pure fun.
Panoramic views: From the mountains to the valley, every stop deserves a photo.

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MTB Route: La Mina - A Legendary DescentStart and Finish: Cerler, 1,540 m elevation
Get ready for a short but intense ride that combines the best of enduro with landscapes only the Aragonese Pyrenees can offer. This circular route takes you from the historic old town of Cerler to alpine forests and the stunning Ardonés ravine, covering 15.6 km packed with adrenaline. Perfect for riders with strong legs and sharp skills, the reward will be thrilling descents and postcard-worthy views.

Route Description:

Start in Cerler (1,540 m): The adventure begins in this iconic village, climbing on a track towards the San Pedro Mártir chapel. It’s a great warm-up, but don’t get too comfortable—things are about to get exciting. 🚵‍♂️
Climb to the Ardonés ravine (1,850 m): Here the terrain gets narrower and more technical. The trail winds alongside the ravine, offering stunning views of its waterfalls. If you’re feeling bold, ditch the bike and walk a few minutes to get closer. 🌊
Ampriu Road and the Ardonés Cabin (1,900 m): The climb connects you briefly to the road, which you’ll cross to reach the track leading to the Ardonés Cabin. This is where the magic begins. 🌄
La Mina Trail: This is what you came for. Following an old irrigation canal that supplied the pyrite mines, this panoramic trail is smooth and open at first, perfect for soaking in the views and gaining confidence. But watch out—once you enter the forest, it’s a fast and playful rollercoaster, ready to test your skills. 🌲
Final descent to Cerler (1,540 m): After the old mine, a final track and a short technical trail drop you straight into Cerler’s old town. You’ll finish grinning from ear to ear, guaranteed. 😎

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HOTTERSMANAUVERS / VIAJE MTB

11/4/2024

La semana pasada viví una experiencia brutal con Basque MTB y los remontes de Pyrenees Conexion. Arranqué en Benasque, perdiéndome el primer día en el Valle de Aran (una pena, sí), pero eso no evitó que el resto del viaje fuera una pasada. Así empezó una aventura épica que cada pedalada se hizo más inolvidable.

Desde Benasque, el primer día comenzó con un "meeting" en toda regla con el equipo de Basque MTB y los cracks de Pyrenees Conexion. Cargamos las bicis, y empezamos con la senda de Santa Margarita en dirección a Castejón de Sos. La ruta, envuelta en hojas otoñales y raíces resbaladizas, nos puso en tensión desde el principio. La belleza del valle en otoño era increíble; cada rincón parecía salido de una postal, pero no te confundas... esa hermosura tenía su lado salvaje. Con el suelo cubierto de hojas y las raíces traicioneras, más de uno en el grupo iba con los dientes apretados.

Los guías de Basque MTB no solo nos guiaban; parecían magos del sendero, parando cada tanto para darnos los mejores consejos y prepararnos mentalmente para lo que venía en cada tramo. Su conocimiento de los senderos es oro puro: te sentías más seguro, y eso nos ayudaba a bajar rápido, sin miedo, pero con respeto.

Subimos al Coll de Fadas para lanzarnos por rutas como la Endurera y la famosa Bisaurri Express. En ese tramo, el grip estaba en su punto y la luz del día parecía hecha a medida. El paisaje verde y otoñal era algo fuera de serie. Una bajada que parecía interminable y perfecta, el tipo de experiencia que uno solo sueña antes de sentir la adrenalina al máximo.

Llegó el segundo día, y ahí sí que empezó la caña. Cargamos bicis y cruzamos el Puerto de Sahún para adentrarnos en el Valle de Chía. ¿La ruta? Solo se puede definir como "pura épica". Pedalear, portear, pedalear, y vuelta a portear. Subir era un desafío constante, pero esas subidas se sentían como pequeñas victorias. Y la llegada al Ibón de Plan... ¡guau! Es uno de esos sitios que cortan la respiración: un lago rodeado de montañas donde la belleza te deja sin palabras. Una postal en movimiento.

A medida que descendíamos, los senderos se convertían en auténticos ríos de flow y piedra suelta, haciendo que cada curva fuese un nuevo reto. Las raíces y las rocas parecían puestas a propósito para probarnos. ¡Pero qué subidón de adrenalina! La última bajada hacia Saravillo fue como un "bonus level", un tramo de pura diversión y curvas enlazadas con un flow increíble.
Y no olvidemos la comida en Saravillo: paella para todos. El grupo, lleno de riders de todo el mundo, no paraba de compartir historias y risas, y claro, ese momento fue épico. Después, cargamos las bicis y nos fuimos a por las últimas bajadas del día, esta vez por el mismo trazado que la carrera Trans-Nomad. Las secciones dentro del bosque eran de otro mundo: mojado, resbaladizo, pero increíblemente divertido.

Al tercer día cruzamos el túnel hacia Francia. Las bajadas en Fabian fueron espectaculares, llenas de hojas que tapaban el camino, haciendo que todo fuera pura intuición. El suelo estaba cubierto de colores otoñales, y el flow de esos senderos era adictivo. Luego pasamos por Loudenvielle y su bike park, donde me tocó hacer una de las bajadas sin cadena (¡sí, sin cadena!), improvisando soluciones con la herramienta y sacando todo el lado mecánico que llevo dentro.

El cuarto día fue, sin duda, el más épico: ¡el ascenso al Pico Comodoto! Aquí los niveles de ciclo-alpinismo se dispararon. Subir, portear, escalar con la bici a cuestas... un reto total, pero las vistas desde la cima lo valieron todo. Desde allí se veía el Monte Perdido nevado, y a cada paso sentías que estabas en un lugar único.

La bajada fue otro reto. Empezamos por una arista rocosa, y en cada tramo la adrenalina subía como nunca. Piedras sueltas, vistas espectaculares, y la sensación de estar en el borde de la montaña. Fue una experiencia única, al más puro estilo Pedalejo.